Carta a mi primer hijo: Fuiste tú quien me hizo madre.
Fuiste tú quien abrió nuevos caminos para mí.
Fuiste tú por quien me reduje a escombros y luego me volví a construir más fuerte.
Fuiste tú quien me dio tantas razones para ser mejor persona.
Fuiste tú quien convirtió mis noches en semanas y mis años en días.
Fuiste tú quien me llenó de un tipo de gratitud que nunca había conocido, cada respiración que tomabas llenaba mis pulmones, cada paso que diste ha construido el camino de nuestro viaje juntos.
Fuiste tú con quien viví tantas primeras veces.
Fuiste tú quien me enseñó un tipo diferente de amor.
Fuiste tú quien me dio una especie de confianza que nunca supe que tenía dentro, un susurro convertido en rugido, una paciencia ejercitada y también una preocupación que vivirá en mi corazón para siempre.
Fuiste tú quien me mostró una visión diferente del mundo, las decisiones, los recuerdos, los sueños, todo se ha formado contigo.
Fuiste tú mi compañía y a quien sostuve en brazos mientras lloraba en los primeros meses de mi maternidad, cansada, pero más viva que nunca.
Fuiste tú quien devolvió a mis días, el asombro, la ilusión y la magia que usualmente solo se vive durante la infancia.
Ahora eres un chico mayor… Pero siempre nos recordaré entre la tranquilidad y el caos de los días y semanas donde no hacíamos nada y lo hacíamos todo: Nuestro capítulo especial.
Fuiste tú, quien me hizo madre. Y te estoy agradecida por ello.

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