Escucha a tu hijo. Ser escuchado es ser validado por lo que eres. Sea lo que sea que tu hijo te tenga que decir, para él, es importante.
Como padres, en ocasiones podemos sentirnos abrumados por el parloteo continuo de nuestros hijos. Esto te pasará a menudo si tienes como yo, un hijo hablador y que todo lo pregunta porque no quiere quedarse con dudas.
Si nos acostumbramos a no prestar atención o intentar finalizar la conversación que están teniendo con nosotros, no nos daremos cuenta de cuando dicen algo importante. O lo que es peor, si no se siente escuchado, al pasar los años, dejará de acudir a ti cuando necesite hablar de algo.
La tarea de hoy es: Escucha a tu hijo
A veces, lo único que necesitamos es esa persona que verdaderamente escuche lo que necesitamos decir. No necesitan resolverlo por nosotros ni darnos consejos, solo necesitamos que nos escuchen y empaticen con nosotros, ESO ayuda a nuestra propia capacidad para resolver problemas o para aceptarnos a nosotros mismos.
¿Cómo podemos construir el hábito de escuchar?
Escucharles ahora realmente importa. Este momento, es el que fortalecerá la confianza para que tus hijos te hablen siempre, desde niños, cuando sean adolescentes y hasta que se conviertan en adultos. Si no les escuchas ahora, difícilmente te contarán las cosas más adelante.
Escuchar es una prioridad. Si haces que escuchar sea una prioridad, es probable que notes cambios positivos muy pronto en la relación con tu hijo. Aunque sean solo 5 minutos de exclusividad atendiendo esa necesidad, es una excelente oportunidad para fortalecer la relación y conectar positivamente con él.
¿Y cómo establecemos el hábito de escuchar?
- Desconecta. Si vas en el coche, apaga la radio y si él no está hablando, puedes hacerle preguntas divertidas para iniciar una conversación.Cuando estés en casa y te hable, no tengas el móvil en las manos y mírale a los ojos prestando atención a lo que te está contando.
- En la mesa: Una de las cosas que recomiendo con mucho énfasis es no encender la televisión a la hora de comer. Y en la mesa no debe haber ningún dispositivo móvil que pueda distraernos. Comer y conversar en familia es una gran oportunidad para estrechar los lazos. A veces, por trabajo o por horarios, no coincidimos en alguna comida, pero en la que se pueda, o los fines de semana, estemos presentes, disfrutemos de esos momentos juntos y dediquemos tiempo a escucharnos.
- Tiempo: La hora de dormir es un buen momento para hablar un poco sobre lo sucedido en el día. En casa, siempre antes de acostarnos nos contamos 3 cosas que han pasado durante el día que nos han gustado mucho y 3 cosas que no tanto. Esto ayuda a entender las situaciones por las que todos pasamos, y nos ayuda a comprender muchas veces el comportamiento que hemos tenido en el día. Esta es una actividad que recomiendo mucho, los niños te sorprenden.
¿Y cómo manejo temas aburridos, molestos o incómodos?
- Pregúntale a tu hijo qué es lo que le interesa sobre el tema. Es importante que no emitas juicios. Recuerda que él solo quiere respuestas. Siempre habla con sinceridad.
- Los padres no lo sabemos todo, cuando te encuentres en esta situación, propón buscar juntos la información que necesita saber
Recuerda: Escucha a tu hijo

Leave a Comment