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Crianza Positiva

20 consejos para fomentar el buen comportamiento en los adolescentes

comportamiento adolescentes
  • El buen comportamiento en los adolescentes comienza con una comunicación positiva y una relación cálida.
  • Hoy comparto 20 consejos prácticos que te ayudarán a poner en práctica un enfoque positivo del comportamiento.

¿Cómo fomentar el buen comportamiento en los adolescentes?

1. Tómate el tiempo para escuchar activamente

Escuchar activamente significa prestar mucha atención a lo que tu hijo dice y siente, en lugar de pensar en lo que quiere decir. Esto le demuestra a tu hijo que te importa y que estás interesado en lo que te cuenta.

2. Establece reglas claras sobre el comportamiento

Las reglas familiares aclaran las expectativas sobre el comportamiento. Si puedes, involucra a todos los miembros de la familia en las discusiones sobre las reglas. Trata de enfocarlas en reglas positivas. Por ejemplo, en lugar de decir “No seas irrespetuoso”, podrías decir “Nos hablamos con respeto”.

3. Reglas incumplidas / Consecuencias

Haz un seguimiento con calma, firmeza y coherencia. Puedes hacerlo utilizando una consecuencia breve y justa que hayas acordado anteriormente con tu hijo. Es útil vincular la consecuencia con la regla incumplida, por ejemplo, “Debido a que no regresó a casa a la hora acordada, tendrá que quedarse en casa este fin de semana”. Esto también le ayuda a comunicar sus expectativas sobre el comportamiento futuro.

4. Fomenta la autorreflexión

Si necesitas utilizar una consecuencia, explica por qué lo estás haciendo. Esto le da a tu hijo la oportunidad de reflexionar sobre lo que podría cambiar para evitar que el problema vuelva a surgir. Por ejemplo, podrías decir algo como ‘María, me preocupo cuando te quedas fuera hasta tarde sin decirme lo que estás haciendo’. La próxima vez te recogeré a las 10 pm. ¿Qué podrías hacer diferente la próxima vez para no tener consecuencias?

Haz un seguimiento preguntándole a tu hijo cuál sería la consecuencia justa si volviera a ocurrir.

5. Trata de ser un modelo a seguir positivo

Los niños, incluso los adolescentes, hacen lo mismo que tú, por lo que ser un modelo a seguir es una forma poderosa y positiva de guiar el comportamiento de tu hijo. Por ejemplo, cuando tu hijo ve que tú misma sigue las reglas de la familia, obtiene un ejemplo poderoso.

6. Elije tus batallas

Antes de entrar en conflicto por el comportamiento de tu hijo , pregúntate: “¿Esto realmente importa?” y ‘¿Realmente vale la pena pelear por esto?’ Menos retroalimentación negativa significa menos oportunidades de conflicto y malos sentimientos.

7. Toma a su hijo en serio

Tu hijo es un individuo y necesita saber que lo valoran, lo aceptan y lo respetan por lo que es. Una forma de hacerlo es tomándose en serio y respetando sus ideas y opiniones en desarrollo, incluso aunque no estés de acuerdo con ellas.

8. Dale responsabilidad

Aprender a manejar la responsabilidad, es uno de los mayores desafíos de la adolescencia y un paso importante para convertirse en adulto. Darle a tu hijo responsabilidad en ciertas áreas, como permitirle elegir su propia ropa o peinado, puede ayudarle a aumentar la autonomía y la independencia . También puede ayudarte a tí a evitar batallas por las pequeñas cosas.

9. Aborda los problemas de una manera positiva

Ya sea que se trate de una discusión con tu hijo o de un desacuerdo con tu pareja, usar habilidades positivas de resolución de problemas para resolver las cosas, ayuda a mantener la calma. También le da a tu hijo un gran ejemplo a seguir.

10. Elogia a tu hijo

El elogio descriptivo y el estímulo son motivadores poderosos. Los adolescentes pueden parecer autosuficientes, pero tu hijo aún desea y necesita de tu aprobación. Cuando notas y comentas sobre las decisiones responsables y el comportamiento positivo de tu hijo, lo animas a continuar comportándose de esa manera. Recuerda que los adolescentes a menudo prefieren que se les elogie en privado en lugar de hacerlo frente a sus amigos.

11. Planifica con anticipación las conversaciones difíciles

Cuando necesites tener conversaciones difíciles, es una buena idea pensar con anticipación sobre lo que dirás y cómo puede sentirse tu hijo. La planificación puede ayudarte a evitar conflictos.

Organizar una hora y un lugar donde puedan tener algo de privacidad también ayuda. Por ejemplo, ‘Pablo, me gustaría buscar un momento para hablar contigo sobre algunas cosas que están sucediendo en la casa. Podemos hablar de ello con una pizza el sábado por la noche. ¿OK?’

12. Continúa “recargando” la relación

Puede ser útil pensar en la relación con tu hijo como una especie de cuenta bancaria. Pasar tiempo juntos, divertirse y brindar ayuda y apoyo son “ingresos/depósitos”, pero las discusiones, las culpas y las críticas son “retiros/egresos”. El truco consiste en mantener la cuenta equilibrada, o incluso en números positivos.

13. Comparte tus sentimientos

Decirle a tu hijo honestamente cómo te afecta su comportamiento puede ayudar a la relación. Las declaraciones ‘yo’ pueden ser de gran ayuda aquí. Por ejemplo, decir “De verdad, yo me preocupo cuando no llegas a casa a tiempo” probablemente obtendrás una mejor respuesta que decir “¡Sabes de sobra que debes llamarme si no vas a llegar a la hora!”

14. Aprende a vivir con los errores

Todos cometemos errores y nadie es perfecto. Se trata de cómo lidiar con los errores, tanto los tuyos como los de tu hijo, cuando estos ocurran. Asumir la responsabilidad por los errores es un buen primer paso, y luego averiguar qué puedes hacer para mejorar las cosas podría ser tu próximo paso.

Pedir disculpas a tu hijo cuando cometes un error o equivocación, ayuda a que la relación siga bien.

15. Busca formas de mantenerte conectado

Puedes mantenerte conectada con tu hijo pasando un tiempo especial y agradable juntos.

Lo bueno es que, a veces, los mejores momentos son casuales y no planificados, como cuando tu hijo decide contarte su día en la escuela mientras estáis poniendo la mesa. Cuando ocurran estos momentos, intenta detener lo que estás haciendo y dale a tu hijo toda tu atención. Esto envía el mensaje, ‘Eres importante para mí y te amo’.

16. Respeta la necesidad de privacidad de tu hijo

Los adolescentes anhelan algo de privacidad y un espacio propio. Es muy importante respetar esto.

Pedir permiso a tu hijo para entrar en su habitación y no revisar su teléfono o sus pertenencias son formas de mostrar este respeto. 

17. Fomenta el sentido de pertenencia

Los rituales familiares pueden darle a tu hijo un sentido de estabilidad y pertenencia en un momento en que muchas otras cosas a su alrededor, y dentro de ella, podrían estar cambiando. Algunas familias pueden optar por tener noches familiares de pizza los viernes, tortitas para el desayuno los domingos o tradiciones particulares para celebrar los cumpleaños o las fiestas.

18. Cumple las promesas

Cuando cumples tus promesas, buenas o malas, tu hijo aprende a confiar en ti y las respeta. Es importante que seas clara y coherente, y que prometas solo lo que sabes que puedes cumplir.

19. Ten expectativas realistas

Al igual que tú, probablemente tu hijo puede cometer un error y romper las reglas a veces. Los adolescentes y sus cerebros todavía están en construcción, todavía están averiguando quiénes son. Poner a prueba los límites es parte del proceso, por lo que es útil ser realista sobre el comportamiento en los adolescentes.

20. Busca el lado divertido de las cosas

Reírse o hacer bromas puede ayudar a disipar la tensión y el posible conflicto, y evitar que tu hijo y tú se tomen las cosas demasiado personal. A veces, también puedes usar una broma o una risa para iniciar una conversación difícil.

Comportamiento en los adolescentes

No olvides que el comportamiento en los adolescentes viene de la mano de cambios físicos y emocionales. Si necesitas una guía individualizada para acompañar a tu adolescente, no dudes de contactar conmigo.

Crianza Positiva

Johannes Ruiz Pitre

Madre de familia numerosa. Neuropedagoga certificada en Disciplina Positiva para Padres y Profesores. Especialista en Inteligencia Emocional en la primera infancia. Asesora certificada en sueño infantil. Autora del Libro "El amor no malcría"

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