Carta a mamá

Carta a mamá

Querida mamá,

No recuerdo si nuestra casa era grande o pequeña, si vivíamos alquilados o era casa propia.

No recuerdo si tenías un coche elegante o si teníamos que coger el autobús a diario.

No recuerdo si la casa estaba limpia y ordenada o si estaba cubierta de pilas de ropa y juguetes esparcidos.

No recuerdo si mi cochecito era nuevo o de segunda mano, si tenía el último juguete que había salido al mercado o si utilizaba ropa de marca.

No recuerdo si estabas bien vestida o si tu rostro estaba sin maquillaje, a mí, siempre me parecías perfecta.

No recuerdo si tenías mucho dinero o si vivías con el sueldo ajustado.

No recuerdo si salíamos todos los días festivos o nos íbamos de vacaciones a sitios caros.

Lo que sí recuerdo es sentirme segura a tu lado.

Recuerdo sentirme cómoda con tu presencia y cómo me abrigabas cuando tuve frío.

Recuerdo tus brazos conteniéndome cuando lloraba. Tu mirada que me tranquilizaba, haciéndome sentir que todo iría bien.

Recuerdo que me alimentabas cuando tenía hambre, me acariciabas para que me relajara o me dabas besos en mi rodilla adolorida.

Recuerdo tu olor y tu voz dándome las buenas noches y el beso cálido en la frente.

Recuerdo tu sonrisa, estoy segura de que fue la primera razón por la que yo también sonreí.

Recuerdo cómo jugabas conmigo y nuestras risas juntas.

Recuerdo nuestros bailes y canciones improvisadas que nos alegraban el alma.

Recuerdo que me enseñaste que el amor y el respeto eran importantes. Y que esto también se extendía a los animalitos.

Gracias por enseñarme que el amor no tiene límites, que es incondicional y que debe ser honesto.

Gracias por darme los mejores recuerdos de mi infancia.

Los recordaré siempre…

Te recordaré siempre mamá. Te querré siempre.