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Crianza Positiva

Crianza emocional

crianza emocional

La experta en trastornos del desarrollo y psicoterapeuta inglesa Jeanne Magagna afirma que: Con solo mirar a un niño ya sabe por qué no come o no habla, es agresivo o impulsivo. El motivo siempre tiene su origen en la relación con los padres. 

Un niño de meses no solo llora porque quiere a su madre, también puede llorar porque la rechaza. A Jon, un bebé de dos meses con una madre deprimida, lo dejaban llorar hasta que se agotara y se durmiera solo.

La psicoterapeuta inglesa Jeanne Magagna lo observó desde esa edad: El pequeño se ponía tenso y pateaba la cuna con fuerza, en un gesto desesperado. Al cabo de un mes, Jeanne notó que el niño apretaba las manos en un puño constantemente; a los seis meses, apartaba la mirada de su madre, y se ponía a llorar cuando ella lo tomaba en brazos; con el padre interactuaba un poco, sin interés. A los once meses, Jon ni siquiera lloraba, y en vez de buscar a sus padres jugaba solo. Cuando cumplió 2 años, el niño apenas decía un par de palabras y siempre hacia dentro, como en un discurso para sí mismo. La madre entonces ya no estaba deprimida y empezó a hablarle amorosamente, pero Jon parecía no entender ni ser capaz de comunicarse. La herida afectiva de Jon quedó grabada, y solo con terapia pudo mejorar su desarrollo.

Jeanne Magagna, ha observado con cuidado a cientos de pequeños con problemas de desarrollo como Jon, y a otros tantos con desarrollo normal, y sabe que todo atraso, todo silencio, agresividad o apatía de un niño vienen de una relación quebrada con sus padres.

En su libro The Silent Child habla de su método de observación aprendido junto a la psicóloga Esther Vick, y de cómo une el psicoanálisis infantil y la psicoterapia para entender qué sienten y cómo se relacionan los niños, cuestión que empieza antes del nacimiento. Si bien su trabajo siempre tiene que ver con los padres, ella siempre mira desde la perspectiva del niño.

«Los bebés tienen una vida mental desde el útero. El bebé es afectado por la vida emocional de la familia: Si hay violencia intrafamiliar, o muchas peleas o enojo en la casa, el bebé lo siente, se perturba. Al contrario, si todo está bien, el bebé se conecta con la necesidad de tener una madre y un padre, y con el deseo de ser consolado por ellos a través del llanto», asegura convencida.

«La tarea de los padres no es solo alimentar, proteger, hacer dormir, sino también recibir la personalidad del bebé y darle sentido a lo que el bebé comunica».

¿Cómo se le da sentido?

Hay que pensar que el bebé es una pequeña persona que puede entender lo que uno siente. Si uno es amoroso u hostil, el bebé lo entiende. Es fácil darse cuenta si el bebé es capaz de mirar a los ojos, si abre la boca para llorar, si es capaz de moverse después de estar tenso o deja que sus manos se relajen. El estado mental del niño se nota mucho en las manos. Cuando la madre se va, se puede ver que el niño tensa las manos, y cuando está con él, alimentándolo y cuidándolo, las manos se sueltan. Si el bebé desarrolla la seguridad de que sus padres están ahí, ese bebé naturalmente va a sentir curiosidad y afecto con las manos, al moverlas y tocar. Si se siente seguro, explora.

¿Cómo puede una madre primeriza entender los diferentes llantos de su hijo?

Ningún libro ni experto puede enseñar a una madre a entender por qué llora su hijo. Cuando la madre consuela a un bebé que llora, puede darse cuenta de sus sentimientos, y él va a entender si ella es receptiva, si lo rechaza, o si proyecta su malestar en él. Cuando la madre está angustiada, el bebé se angustia, es visible. El lenguaje no tiene nada que ver con la comunicación, ésta se basa en el sentido de lo que ella siente junto al bebé, si entiende por qué llora o se queja, o si solo piensa que la está manipulando.

Los niños no manipulan. ¿Cómo entender las pataletas?

Ya a los cuatro o seis meses, si un bebé siente que le gusta su madre, empezará a quejarse para obtener lo que quiere: Protesta, ese es el comienzo, dice no, no quiero que me dejen solo, es una protesta más agresiva. Uno de los motivos por los cuales las madres tienen problemas para lidiar con las pataletas es porque no aceptan que el niño realmente se enoja y es agresivo porque el mundo no es como quiere que sea.

La tarea de los padres es ayudar gradualmente a que acepte que el mundo no es exactamente como él quiere, que acepte la realidad; que sus padres necesitan dormir, que necesitan estar juntos como pareja, que tienen otras cosas en mente fuera de él. El destete consiste en salir del paraíso a la frustración de estar fuera de él.

¿Cómo manejar las pataletas de un hijo?

Si la madre obedece a los deseos de un niño que hace una pataleta en una tienda, lo más probable es que continúe haciéndolas. En cambio si la madre le dice: “yo sé que realmente quieres eso (acepta lo que siente el niño) pero no te lo voy a dar, y ahora nos vamos a la casa”, es capaz de contener su hostilidad. Esa es la mejor manera de superar una pataleta.

¿Es importante para su desarrollo enseñar a los niños mediante la frustración, ponerles límites?

No creo que una madre deba frustrar a su hijo, lo frustra constantemente porque no está con él las 24 horas. Frustrar significa no dejar que el niño sea un rey, siempre va a estar poniendo límites, desde el nacimiento, al no atiborrarlo de comida, por ejemplo. No puede estar al servicio de su hijo. Por supuesto que depende de cada niño, si está enfermo probablemente tenga que ser muy constante y rápida para atenderlo, pero también es bueno dejarlo un poco solo antes de satisfacerlo. Frustrar a un niño puede ser abusivo, por ejemplo dejarlo llorar por largos períodos, eso es privarlo de la comprensión que necesita para entender por qué no puede dormir.

 ¿Funciona dejarlos solos con su rabia?

Hay un libro muy bueno de Margot SunderlandThe Neuroscience of Parenting, que explica que si uno deja a un niño angustiado mucho tiempo, el bebé fisiológicamente se estresa, entonces es importante dejarlo que exprese un poco su disgusto, pero no mucho rato. También es bueno dar un consuelo físico, un abrazo, porque los niños se sienten muy ansiosos, se les desarma el sentido de bondad de sus padres. Al calmarlos, aunque estén furiosos, se darán cuenta de que esa es su madre, la misma que les gusta tanto.

El mundo se vuelve un lugar horrible, entonces hay que tomar una pausa para volver. Por eso es muy bueno el contacto físico, regula el estado fisiológico excitado, ellos no se pueden calmar solos.

¿Cómo le afecta al niño que la madre pierda la paciencia?

Es importante que el niño sea capaz de percibir que la madre también está angustiada, no ir corriendo a satisfacerlo, sino que sienta que está disgustada, triste o enojada. Ahí cada uno tiene que usar la intuición y buscar la manera de calmar a su hijo. Si es un niño al que no le gusta mucho que lo abracen, por ejemplo, sí es mejor que la mamá se vaya unos segundos y vuelva.

 ¿Puede una madre estar demasiado presente, ser demasiado amorosa?

Esa es una pregunta importante. Si la madre siempre es amorosa entonces no tiene momentos amorosos. Una madre debe ser capaz de saber cómo se siente. El amor o el momento amoroso no es lo diario, lo normal es tener diferentes sentimientos, estar enojada o agotada. Si solo es amorosa, está negando o escondiendo algo de sí misma, y por satisfacer siempre lo que ella supone que es lo mejor, puede no ver que el niño solo quiere que le hable. No queremos amor todo el tiempo, pero sí que nos entiendan.

 ¿Es necesario estimular al niño para que comience a hablar?

Estimular no es una buena palabra, significa enseñar, poner una cantidad de objetos móviles delante de él, y eso hace que se pierda totalmente lo importante. Lo que uno quiere hacer es motivar, que es muy diferente. Significa decir «yo estoy aquí, quiero tener una relación contigo», y se lo mueve a seguir interesado en tener esa relación, pues los niños instintivamente quieren estar junto a sus padres para sobrevivir. Si la madre le habla, lo acoge, el niño aprende a hablar y a leer sin ningún tipo de instrucción, solo porque quiere estar con sus padres, compartir con ellos lo que siente.

La motivación se da sola con la buena relación.

Estimular puede llevar en una dirección totalmente equivocada, a algo intelectual, sofisticado, pero que mantiene un hueco en el desarrollo de la personalidad, pues mantiene una carencia emocional desde la base de la intimidad. Algunas criaturas saben prender el computador y la tele, y ahí obtienen un montón de estímulos, pero ningún desarrollo emocional. Un juguete musical no puede dar el desarrollo emocional que sirve de base para todo aprendizaje. Solo las relaciones lo dan. Hoy los niños tienen miles de aparatos de sus padres, como tablets y teléfonos con efecto hipnótico.

¿Los aparatos electrónicos (móviles, tablets, etc) pueden ser dañinos?

Los niños de hoy, desde el primer año saben operar con esos aparatos, es sorprendente. Son cosas que existen, están ahí, solo hay que discriminar. Hay que pensar si a un niño de 18 meses le ayuda estar frente a una pantalla por dos o tres horas, pues el riesgo es que cuando los padres quieran estar con ellos, los niños estén pegados al aparato.

El peligro es que el niño se vuelva adicto a hacer cosas solo, todo el tiempo. Las tablets, la tele o los libros están bien en la medida en que no le den la idea de que es mejor estar solo, haciendo sus cosas. Si el niño siente que está mejor solo con sus libros que tener relaciones con los demás, se vuelve un solitario. Está bien que use un poco la tablet, pero no mucho, no en la medida que lo aleje de la necesidad de relacionarse con otros.

Los hermanos son clave en el desarrollo de la autoestima de los niños, en su comprensión afectiva. ¿Qué pasa con el hijo único?

En principio no es bueno que el niño vaya directo a la guardería si es que no ha estado con otros niños antes, porque debe tener la experiencia para manejarse en compartir un juguete o pelear. Es importante que la madre haga que su hijo interactúe con otros niños para que conozca la inseguridad que implica, y aprenda a protegerse, a pelear por sí mismo, y también a no hacer daño: Los niños chicos pueden morder bastante fuerte. Eso los ayuda a enfrentarse a un grupo de quince niños, porque la maestra no será capaz de manejar los sentimientos de cada uno, entonces puede tener problemas al sentirse asustado o terriblemente abandonado.

¿Cómo se le enseña a compartir a un hijo único?

El sentido de la generosidad, de compartir con los otros, viene de los padres que dan amor y comprensión. La mayor parte del egoísmo viene de los deseos obsesivos de los niños porque no tienen estabilidad afectiva, entonces se vuelven posesivos, pues no han internalizado a padres que los ayudan a soportar la frustración. He visto muchos casos dolorosos de niños que se vuelven egoístas porque los padres los crían como si fueran el centro del mundo. Y esa nunca es la realidad, hay más gente en la casa.

Crianza Positiva

Johannes Ruiz Pitre

Madre de familia numerosa. Neuropedagoga certificada en Disciplina Positiva para Padres y Profesores. Especialista en Inteligencia Emocional en la primera infancia. Asesora certificada en sueño infantil. Autora del Libro "El amor no malcría"

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