Todos los padres y madres, deseamos siempre lo mejor para nuestros hijos, siempre, independientemente de la edad que tengan. Hoy te comparto estos deseos que escribí para mis hijos.
Hijos míos, yo deseo:
Que crezcan felices.
Que sepan ver las cosas siempre desde varios puntos de vista, sin juzgar a los demás.
Que escuchen atentamente los mensajes que la vida tiene para regalarles.
Que no se queden con la versión de caperucita y traten de averiguar el motivo por el cual el lobo comió a su abuela.
Que vuelen con la imaginación cuando no puedan hacerlo con su cuerpo.
Que nunca mientan, ya que diciendo la verdad aunque se sabe que a veces puede herir, se duerme tranquilo.
Que si cometen errores sepan aprender de ellos para no repetirlos.
Que sepan que si alguna vez se equivocan, pero esto lo hacen desde una buena intención o buena fe, es solo aprendizaje y no está mal.
Que nunca teman comprometerse.
Que sean agradecidos.
Que nunca se queden solamente con lo que les enseñan.
Que sigan buscando su verdad.
Que sepan que cuando uno esta en el camino de la búsqueda, las cosas aparecen con el tiempo como por arte de magia, aunque parezca que no estarán nunca allí.
Que a las adversidades hay que enfrentarlas y no escapar de ellas.
Que no es preferible nunca lo malo conocido a lo bueno por conocer.
Que a veces el silencio es la mejor respuesta que se puede dar.
Que cuando tengan que pedir perdón lo hagan siempre mirando a los ojos.
Que cuando cometan un error intenten resolverlo rápidamente.
Que si quieren tirar una piedra al cielo le apunten a la luna, nunca a un ave, aunque la piedra no llegue a alcanzarla.
Que no tengan apetito por el éxito ni la gloria, ya que existen mejores cosas que el triunfo al contado.
Que la grandeza no se compra, como tampoco se compra la felicidad.
Que los favores que se hacen cuando son mendigados, no son dignos.
Que lo material solamente sirve si ayuda a encarnar más en la tierra.
Que sepan que el éxito si es merecido, es muy beneficioso.
Que acepten los elogios y los aplausos, si son sinceros.
Que amen todo lo que tienen, aunque no tengan todo lo que amen.
Que para romper alguna regla, se deben conocer todas.
Que la cultura es una virtud y el hombre en este mundo cotiza más alto por su saber.
Que para poder ser inmortal deberán compartir siempre sus conocimientos.
Que aprendan y que enseñen.
Que son muchos los que nacen, pero son pocos los que viven.
Que cuando las cosas están servidas y no requirieron de esfuerzo, uno se pierde.
Que la conciencia no se abre sola si uno no lo quiere o no lo siente.
Que la rutina no es hija de la experiencia.
Que hablen despacio y piensen rápido.
Que sepan que los grandes pensadores ascendieron por el camino del mérito.
Que el triunfo se alcanza con perseverancia.
Que las cosas nunca llegan por casualidad.
Que nunca piensen con mente ajena y construyan su propio ideal.
Que le puedan dar forma a todos sus proyectos.¡
Que los viajes se disfrutan más si siempre se hacen acompañados.
Que en las pequeñas cosas se encuentran las cosas más grandes.
Que busquen siempre un sentido a los pasos que dan.
Que nunca pierdan sus valores.
Que los héroes nacen y no se inventan.
Que los que dejan de pensar en si mismos para pensar exclusivamente en los demás, son desgraciados.
Que la vida siempre nos pone trampas y deberán sortearlas para no caer en un mal destino.
Que puedan encontrarse a sí mismos antes del último día que estén en esta tierra.
Que cuando sean viejos siempre recuerden con cariño el camino transitado.
Que liberen su sentir y se dejen fluir por sus sensaciones, como fluye el agua en una vertiente.
Que uno puede alcanzar el cielo y tocarlo con las manos, pero solo si condimenta lo que hace con amor, con un amor verdadero y profundo.
Que actúen siempre con nobleza.
Que busquen la palabra justa para el momento adecuado.
Que aunque sientan que todo se derrumba, siempre alguien estará a su lado para sostenerlos.
Que aunque no se le vea, siempre sale el sol cada mañana.
Que siempre amen a sus madres y a sus padres, seres especiales que les dieron vida.
Que algún día sean padres.
Que no existe un mejor momento para tener hijos. Y cuando llega ese momento, es el mejor momento.
Que tener hijos es lo mejor que le puede pasar a un ser humano.
Que sean padres felices ante todo.
Que cuando les toque ser padres, sean amorosos, conscientes, sinceros, responsables, siempre fuertes y por sobre todo recuerden que el amor no malcría.

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