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Crianza Positiva

Disciplina Positiva: Reuniones Familiares

reuniones familiares disciplina positiva

Los niños no nacen sabiéndolo todo. Nosotros no lo sabemos todo. Aprendemos a base de equivocaciones. Nuestros hijos también tienen derecho a equivocarse. Lo hacen a menudo porque están creciendo, desarrollando y aprendiendo.  

Los errores son estupendas oportunidades para aprender y mejorar.

Reuniones Familiares

Ante los errores, es necesario olvidar la culpa y enfocarnos en buscar la solución. Una herramienta que usamos para encontrar soluciones en Disciplina Positiva es la de realizar Reuniones Familiares.

Las Reuniones Familiares son una herramienta muy valiosa que nos brinda la Disciplina Positiva para fortalecer nuestras relaciones familiares. Una herramienta para tener conexión familiar, para enriquecernos como familia.

¿Dónde?

Las reuniones familiares funcionan mejor alrededor de una mesa. Un buen momento para tener las reuniones familiares es después de la cena cuando la mesa esté recogida. A veces es buena idea servir postre durante la reunión.

¿Cuándo?

Lo mejor es designar un tiempo indicado cada semana. Breve, con 15 o 20 minutos no más, es necesario. Cada miembro de la familia necesitará adaptarse de acuerdo con este horario.

Cuando hay adolescentes que se encuentran ocupados la mayor parte del tiempo, es necesario entonces entender esto y ser flexible con el horario.

¿Cómo?

Cuando se comiencen las primeras reuniones familiares, las primeras 4 semanas enfocarse SOLAMENTE en los cumplidos y en planear una actividad divertida. Después, empezar a introducir la solución a problemas pero sin incluir en la agenda problemas que ya llevan tiempo ocurriendo, si se va demasiado deprisa, los niños (especialmente los mayores) sentirán que la reunión es una forma para lograr su manipulación. La reunión familiar es un tiempo muy valioso y efectivo, hay que ser paciente.

Agenda

La agenda se escribe en una hoja de papel titulada ”reunión familiar” que se coloca en un lugar en la casa donde todos puedan tener acceso a ella. Algunas familias la ponen en la puerta de la nevera. Durante la semana los miembros de la familia pueden escribir “cosas para mejorar” en la agenda.

Problemas/Cosas para mejorar:

Es mejor anotar los “problemas” en la agenda como situaciones para mejorar. Una situación para mejorar es un problema visto positivamente. Por ejemplo, en vez de escribir “muchas toallas mojadas tiradas en el suelo del baño” la forma sería “colgar las toallas mojadas.”

Los únicos problemas que se discuten en la juntas son los que ya están en la agenda cuando la reunión empieza. Esto significa que no se pueden añadir problemas/situaciones para mejorar durante la reunión, se tendrá que esperar para la próxima semana. Algunas familias piensan que es bueno tener la regla que dice que los problemas escritos el día de la reunión serán discutidos durante la próxima semana.

Los problemas se arreglan mejor cuando todos están más calmados. Cuando un problema/situación para mejorar se discute en la reunión, la persona que lo puso en la agenda tiene la oportunidad de describir el problema y cómo le gustaría mejorar la situación. Los miembros de la familia después ofrecen sugerencias (que son escritas también en la agenda).

Se escoge una solución que se utilizará una semana.

A veces es más apropiado si todos en la familia están de acuerdo con la solución. Es a veces también apropiado que el miembro de la familia que escribió el problema en la agenda escoja la solución.

La familia tendrá una buena idea de cuál es la forma más justa de elegir una solución.

El uso de la agenda les comunica a todos los miembros de la familia que hay una manera de resolver los problemas. Les ayuda a todos a saber que hay un lugar donde se les escucha y donde pueden contribuir. También permite que los problemas que surgen durante la semana se desvanezcan. Cuando un hijo acude al papá con un problema, éste le sugiere que ponga el problema en la agenda. (Muy a menudo pasa que cuando la reunión se acerca, el problema ha desaparecido o se ha resuelto.)

Cumplidos

Empezar todas las reuniones familiares con cada miembro dándole un cumplido a cada uno de los miembros de la familia.

Empezar con los cumplidos es esencial porque establece un tono positivo durante la reunión y ayuda a todos a recordar las cosas buenas de la semana.

Un cumplido puede ser algo tan simple como “Me gustaría agredecer a Sara porque ayer me ayudó con mi tarea.” O “Gracias por pasear en bicicleta conmigo.”

La respuesta apropiada a un cumplido es “gracias.” (o “de nada” si el cumplido fue en forma de agradecimiento.)

Puede que el dar cumplidos no salga con naturalidad al principio. Los padres tendrán que enseñar y modelar cumplidos.

– Si la familia no puede completar la ronda de cumplidos (si no han pasado un buen día) no podrán resolver los problemas en la agenda. Es mejor parar la reunión y tenerla otro día.

– Si alguien no puede pensar en un cumplido para otro miembro de la familia, anime a que esta persona le pregunte a la persona que va ser apreciada de qué forma le gustaría ser apreciado.

– Si algún miembro de la familia siente que un cumplido tiene intenciones negativas, preguntar a la persona que recibió el cumplido si le pareció un cumplido sincero. Si no, pedir que la persona vuelva a intentarlo.

Antes de empezar a solucionar un problema, es buena idea repasar las soluciones de la semana anterior. Si algún problema necesita ser resuelto otra vez, puede incluirse en la agenda para tratarse más tarde en la misma reunión. Da gran satisfacción repasar “viejas” soluciones y reconocer que están funcionando. Vale la pena aprender también que no todas las soluciones funcionan y que tratar de resolver problemas de otra forma puede ser muy eficaz.

Las familias utilizan las reuniones para planear las actividades de la siguiente semana, (esto se vuelve más importante cuando los hijos van creciendo y tienen sus propias actividades) para cenas, menús, para planear y reconocer celebraciones especiales, y para planear vacaciones.

Planear actividades

Es MUY importante planear tiempo para divertirse juntos. Esto puede ser después de la reunión familiar (jugar un juego, ver una película, comer helado juntos) o puede ser planeado como una actividad divertida durante la semana.

En cuanto a niños pequeños (menores de 4 años): es difícil que puedan participar completamente en la reunión. Si solamente tiene niños menores de 4 años tenga la reunión familiar de todos modos. Empezar con los adultos apreciándose el uno al otro. Invitando a los niños a que den cumplidos si ellos quieren hacerlo. Después planear la actividad de diversión (o resolver problemas si ya se ha hecho esto durante un tiempo). Invitar a que los niños pequeños participen cuando puedan y quieran.

Es aceptable que ellos trabajen silenciosamente en una actividad en la mesa que no requiera la atención de los adultos (plastilina, rompecabezas, dibujos, etc.) Mantener las reuniones cortas y razonables para que ellos puedan estar presentes mientras dure.

Puntos importantes:

– Mantener las reuniones cortas (sólo los cumplidos y la actividad divertida) durante varias semanas antes de introducir la solución a problemas.

– Tratar SOLAMENTE los problemas de los niños en la agenda durante varias semanas antes de incluir problemas de los padres.

Las 6 características creadas en las Juntas Familiares para ser efectivas

  • Cooperación
  • Cariño
  • Compromiso
  • Conexión
  • Capacidades
  • Contribución

“Las dificultades con las reuniones familiares valen la pena; por las habilidades que enseñarás, la unidad familiar que experimentarán, y las memorias familiares que atesorarán. Valdrán la pena por la fortaleza familiar que experimentarán al trabajar juntos y crear una familia que: Coopere junta, muestre cariño el uno por el otro, se comprometa con la familia y se conecte dentro de un círculo para inspirar habilidades y contribución de todos los que la forman.”

Ejemplos de algunos obstáculos que pueden impedir el desarrollo positivo de la reunión

1. Dirigir, arreglar, mandar, amenazar: “Vístete, come el desayuno, cepíllate los dientes, no olvides tus cosas.” “Más te vale cambiar esa actitud o nunca te va a ir bien en el colegio.”

2. Dar sermones, moralizar, predicar, aconsejar: “Si no trabajas más, nunca tendrás éxito.” “Si fueras más cuidadosa en tu modo de vestir, tendrías más amigos.”

3. Atacar, interrogar, echar la culpa, criticar, avergonzar “¿Cómo se te ocurrió algo así?” “Eso no tiene ningún sentido.” “La culpa es tuya.” “Eso ya lo tendrías que saber.” “No puedo creer que hayas sido capaz de hacer eso.”

4. Evadir, minimizar alabanzas inespecíficas. Palabras tranquilizadoras falsas, humor o sarcasmo: “Eres una persona maravillosa.” “Seguro que se verá mejor mañana.” “No te preocupes.” “Por supuesto que eres la señorita perfecta.”

5. Negar los sentimientos o percepciones de los jóvenes “No puedes sentirte así.” “Estás equivocada.” “Eso no es lo que pasó.” “Contrólate, no llores.”

6. Ponerse en la defensiva “Yo tengo más años y sé más que tú.” “Cuando yo era niño……”

7. Generalizar “Siempre te quejas.” “Nunca llegas/terminas a tiempo.” “Eres la mejor”.

Los pasos para llevar a cabo los acuerdos

1. Tener una conversación amigable donde cada uno pueda expresar sus sentimientos y pensamientos con respecto al problema. (Incluso hacer una lista de todas las posibilidades.)

2. Hacer una lista de todas las soluciones posibles y elegir una en la que tanto padres como su hijos estén de acuerdo.

3. Ponerse de acuerdo en un límite de tiempo (específico).

4. Comprender que es muy posible que ese límite de tiempo no se cumpla, simplemente seguir con lo acordado, pidiendo firmemente y respetuosamente, que los niños mantengan su parte del acuerdo hasta que se cumpla.

Cuatro indicios para llevar a cabo un acuerdo de forma eficaz

1. Hacer comentarios simples y concisos. (“He notado que tú… ¿Podrías por favor hacerlo ahora?”)

2. Como respuesta a objeciones preguntar “¿Cuál era nuestro acuerdo?”

3. Como respuesta a más objeciones, cerrar la boca y usar comunicación no-verbal; (señalar el reloj, sonreír, dar un abrazo y señalar el reloj nuevamente)

4. Cuando el niño acepta cumplir el acuerdo (obviamente muchas veces molesto por ello) decir: “Gracias por respetar nuestro acuerdo.”

Cuatro trampas que impiden que se lleve a cabo un acuerdo

1. Querer que los hijos tengan las mismas prioridades que los padres.

2. Juzgar y criticar en vez de mantenerse enfocados en el tema.

3. No lograr acuerdos específicos por adelantado incluyendo un límite de tiempo determinado.

4. Perder la dignidad propia y la de su hijo y no respetando al niño ni a uno mismo.

Las soluciones han de ser Respetuosas, Razonables, Relacionadas y Beneficiosas

Crianza Positiva

Johannes Ruiz Pitre

Madre de familia numerosa. Neuropedagoga certificada en Disciplina Positiva para Padres y Profesores. Especialista en Inteligencia Emocional en la primera infancia. Asesora certificada en sueño infantil. Autora del Libro "El amor no malcría"

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