Mucha gente cree que la crianza positiva es una forma de paternidad permisiva. Consideran que los padres positivos no logran establecer límites, que dejan que los niños hagan y rompan las reglas y rechazan cualquier disciplina para sus hijos.
Piensan que tratamos de resolver cada problema con un abrazo, que tenemos miedo de alterar a nuestros pequeños y solo queremos ser amigos de nuestros hijos.
Si estás criando a tu hijos bajo la filosofía de la Crianza Positiva, estoy segura de que has escuchado esta retórica antes.
Pongamos las cosas en claro y definamos qué es realmente la crianza positiva y en qué se diferencia de la crianza permisiva.
Primero, vamos a ver los tres estilos principales de crianza que existen:
Autoritario: Este estilo combina baja calidez y alto control. Se caracteriza por el uso frecuente de castigos, flexibilidad muy limitada, altas expectativas y comunicación unidireccional de padres a hijos. Este tipo de crianza se asocia con malos resultados infantiles, incluida la rebeldía, la hostilidad y el comportamiento antisocial.
Permisivo: Los padres permisivos exhiben mucha calidez y muy poco control. Son poco estrictos con las reglas y la disciplina. A menudo son amorosos, pero tienden a permitir que sus hijos resuelvan las cosas por sí mismos y no lideran bien. Suelen sentirse incómodos al establecer límites. Investigaciones y estudios han encontrado vínculos entre la indulgencia excesiva y la disminución de la competencia social, la jefatura, el bajo autocontrol y la falta de control emocional de los niños.
Autoridad: Este estilo muestra una gran calidez y altas expectativas. Estos padres son amables y respetuosos, pero también establecen límites que explican claramente y mantienen límites. También se comunican con frecuencia con sus hijos. Este estilo de crianza tiene los mejores resultados infantiles, criando niños con altos niveles de razonamiento moral, comportamientos sociales y buen autocontrol.
La crianza positiva cae en la categoría de autoridad
Exploremos algunos escenarios para mostrar los tipos de respuestas que verías de diferentes estilos de crianza para que puedas ver cómo la crianza positiva difiere del resto.
Con respecto a los límites
Los padres positivos no establecen límites adecuados para sus hijos. No debemos ignorar nuestras obligaciones para mantener a nuestros hijos seguros y proporcionar los límites que los niños necesitan.
La diferencia con la crianza positiva no es la falta de límites, sino la forma en que se establecen y el cómo se aplican. Los padres positivos establecen límites con una comprensión básica del desarrollo infantil y hacen cumplir con amabilidad y firmeza.
Ahora veamos estos estilos en acción en un escenario de crianza común:
Tu hijo de 18 meses es un pequeño explorador y ha dominado subir la silla y luego subirse a la mesa del comedor.
Reacción de los padres autoritarios: Con tono enfadado o gritos, “¡NO subas allí de nuevo!” Es probable que baje al pequeño con fuerza de la mesa y lo siente en la silla de pensar.
Reacción permisiva de los padres: Con tono amable: “Cariño te dije que no subieras. Por favor, bájate de la mesa”. No suelen tomar ninguna medida al respcto. “Cariño, te pedí que te bajaras. Es posible que caigas.” En este punto, el padre permisivo puede tomar medidas para bajar al niño, pero no establece ningún tipo de límite.
Reacción positiva de los padres: La primera vez que su hijo intenta subirse a la mesa, interviene y le dice “Escalar es divertido ¿verdad?, busquemos un lugar para que escales, la mesa no es un lugar seguro”
Escalar en sí mismo no es un mal comportamiento . El objetivo es mantener al pequeño a salvo y enseñarle lo que es apropiado. Entonces, la próxima vez que se dirija a la mesa, inmediatamente y de forma amable repite lo anterior.
Si el peque se enfada, debemos reconocer su enojo. “Veo que te has enfadado, entiendo que quieres escalar… pero la mesa no es un lugar seguro para hacerlo. Vamos a jugar por aquí (se puede redirigir a una nueva actividad si fuese necesario).
El padre positivo estableció el límite, se mantuvo al límite al no permitir que el niño se subiera a la mesa, pero le mostró una salida adecuada y empatizó con sus sentimientos. Esto muestra una gran calidez junto con altas expectativas y límites.
Liderazgo
Otro concepto erróneo que existe, es que los padres positivos tratan a los niños como adultos pequeños y les permiten demasiada libertad al no asumir el papel de liderazgo en la relación.
Si bien los niños merecen ser tratados con el mismo respeto y dignidad que los humanos mayores, nos damos cuenta de que no tienen el cerebro de un adulto. Dependen de sus padres para el liderazgo y la orientación. Ningún niño quiere ser el líder, es demasiada responsabilidad para ellos.
Veamos un escenario que muestra cómo un padre positivo muestra liderazgo:
Tienes un niño de 6 años y otro de 3 años, tienes que ir a la tienda para recoger algunos artículos. Tu hijo de 6 años está pidiendo un juguete nuevo, y tu hijo de 3 años tiene sueño y está de mal humor.
Reacción de los padres autoritarios: Para el niño de 6 años: “Te dije antes de venir que no te iba a comprar nada. Si sigues insistiendo te vas a enterar cuando lleguemos a casa. Para el malhumorado niño de 3 años, “¿Vas a dejar de quejarte? Nos iremos en un minuto. ¡No puedo llevarlos a ningún lado!
Reacción de los padres permisivos: Compra a los dos niños un juguete nuevo para apaciguarles hasta que se terminen las compras.
Reacción de los padres positivos: Para el niño de 6 años, “¡Es un juguete tan genial! Veo cuánto lo quieres. Es decepcionante cuando no podemos obtener algo que queremos de inmediato. ¡Lo agregaré a tu lista de deseos!” Empatizr con su decepción. Todos nos decepcionamos cuando no podemos obtener las cosas que queremos.
Para el niño de 3 años, “Sé que estás cansado. ¿Serás mi ayudante? Estoy buscando plátanos. ¿Ves algunos? Tampoco es una mala idea llevar cosas en su bolso que sabe que a su hijo le gustan. A mi propio hijo le encanta dibujar, así que si le doy papel y un lápiz en cualquier lugar, está feliz.
El padre positivo mostró liderazgo al estar preparado utilizando hábilmente las herramientas para padres positivos.
Fantaseando con el niño (“Ese es un juguete genial”), usando la empatía (“Veo cuánto lo quieres. Es decepcionante cuando no podemos conseguir algo que queremos de inmediato” y “sé que estás cansada”) y la distracción (“¿Quieres ser mi ayudante? estoy en busca de los plátanos”) son todas grandes maneras de mostrar empatía, sabiendo que puedes ir de compras con tus hijos sin tener que comprarles algo cada vez que salgan.
Disciplina
En la crianza positiva disciplina significa “enseñar”, no “castigar”. Por lo tanto, ¡ siempre estamos disciplinando a nuestros hijos!
Somos conscientes de que cada interacción con ellos les enseña algo y cada interacción que ven que tenemos con los demás y que tienen con los demás les enseña algo.
Los niños siempre aprenden de su entorno y de sus cuidadores, por lo que las palabras y acciones que usamos día tras día son importantes
Veamos los estilos de disciplina de los padres autoritarios, permisivos y positivos.
Tu hijo de 2 años ha comenzado a pegar. En el parque, alguien le arrebata su juguete y él lo golpea intentando recuperarlo.
Reacción de los padres autoritarios: Pega al niño, diciendo: “¡No se pega
Reacción de los padres permisivos: Ignora los golpes, culpa al otro niño o dice con indiferencia: “No golpeamos” desde la otra punta del paque.
Reacción de los padres positivos: Acude a su hijo de inmediato y le saca de la situación. Se pone a su nivel y dice: “¡Estás enojado! Ella tomó tu juguete y te enojaste! Golpear duele. Siéntate aquí conmigo hasta que te estés más tranquilo”.
Hace que permanezca en su regazo o que se siente a su lado. Empatiza con sus emociones y lo ayuda a regularse.
Cuando esté tranquilo, le dice nuevamente que pegar le duele y que no puede pegar. Observa de cerca e intenta intervenir antes de que vuelva a haber contacto físico. Mantiene la calma y empatiza con lo que siente el pequeño, pero es firme en que golpear es inaceptable y si pasa toma medidas de forma inmediata.
En ese sentido, comprender el desarrollo básico del cerebro es un conocimiento importante al criar a los pequeños. Es crucial saber qué comportamiento es apropiado para su edad, de modo que no tengamos expectativas demasiado altas o demasiado bajas y entendamos a nuestro hijo.
Saber qué es apropiado para la edad no significa que digamos: “Es normal, déjalo pasar”.
La razón por la cual este conocimiento es importante es la siguiente: en el escenario anterior con el niño de 2 años que golpea, si no sabes cómo se desarrolla el cerebro y si tu hijo aún no tiene acceso a funciones cerebrales superiores que le permitan detenerse, razone y use la lógica, entonces podrías suponer que tu hijo está siendo “malo” o desafiante. Sin embargo, cuando comprendes que este es un comportamiento apropiado para su edad, PORQUE el enfado lleva a funciones cerebrales de “lucha o huida”, entonces puedes:
- Empatizar con tu peque (lo que ayudará a que su cerebro se desarrolle mejor)
- Guiar su comportamiento hasta que él sea cognitivamente capaz de guiarlos por si mismo
¡La crianza positiva no es una crianza permisiva!

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