Coges mi mano y me indicas por dónde pasear. Te miro a mi lado y sonrío. Tus pasos se convierten en los míos, me vuelvo niña otra vez, haces que recupere una época remota, perdida, inalcanzable.
Gracias a ti vivo despacio, detienes el tiempo a tu antojo, juegas con los minutos y las horas… los días se transforman en festivales de aprendizaje, de entretenimiento, de juego y a veces, de cansancio. Observas el mundo con tu mirada de curiosa, deseosa de conocer cada rincón, cada recoveco de tu alrededor.
Si paseamos, vas con tu manito tocándolo todo, la dejas quieta en la pared mientras avanzas y así tus dedos chocan contra cada superficie o barrote, dibujando siluetas. Pisas los escalones midiendo las distintas alturas, decides cuándo parar y cuándo avanzar, tú pones el ritmo de tu vida y sin saberlo también de la mía.
Te maravillas con la altura de los edificios, te asombras por tanto color en ventanas y balcones… haces recuento de baldosas, detienes tu paso si crees que has hallado un tesoro y a continuación reanudas tu marcha.
Observas de arriba abajo, sí, todo parece en orden. Es en ese momento cuando me buscas con tus ojitos tiernos, alzas los brazos y me llamas ladeando la cabeza con mimo y agitando tus manitos. Te sostengo entre mis brazos sin dudarlo ni un instante, me fundo contigo aunque sé que no me perteneces, que eres un regalo temporal y que soy muy afortunada de tenerte a mi lado.
Siempre me dicen que no me gusta tu llanto, que me molesta. No, no es así. No es una cuestión de incomodidad. Simplemente no quiero que llores, es así de sencillo.
Quiero que seas feliz, que tengas una vida plena, llena de momentos asombrosos, dignos de recordar. La vida es muy larga y en tus primeros años soy la que salvaguarda tus emociones. Es una responsabilidad enorme y, mientras esté en mi mano hacerte feliz, lo haré.
Desde el momento en que naciste, vuelo si es necesario para acudir a tu llamada. Trato de ser tu balsa, ser el cauce por el que emprendas tu propia senda, deseo darte herramientas para que construyas tu futuro y aprendas a ser feliz cada día.
Ese es mi verdadero anhelo, que te desarrolles en plenitud y proporcionarte todas las posibilidades para conseguirlo.
Cuando me necesitas, algo dentro de mí se activa, un resorte que me impulsa a cogerte. Los brazos fueron creados para abrazar, para estrechar cuerpo con cuerpo, para aliviar penas, para transmitir amor y energía. Cuando te alzo sobre mí y tú apoyas tu cabecita en el hueco de mi cuello, legando tu afecto en mis hombros, recibo tanto o más de lo que yo soy capaz de darte a ti.
Antes de convertirte en mamá no sabes realmente cómo serás o te comportarás, crees tener muy bien establecidos los límites y las preferencias de educación. Pero una vez está tu bebé en el mundo… ya no se atiende a razones. Tu instinto es fuerte y poderoso, ya no hay nada que te impida actuar rápido obviando las miradas de alrededor.
Así que no lo dudes, si tú reclamas mi atención, serás atendido con todo el amor que emana mi cuerpo. Si intuyo que me necesitas, incluso antes de haber derramado la primera lágrima, no importan opiniones ni viejas premisas, allí estaré, rauda y veloz, dispuesta a calmar con mis besos cualquier abatimiento o desasosiego que pese sobre ti.

7 COMMENTS
Yulissa Pacheco
3 años agoBelleza de escrito, que refleja el amor incondicional de una madre. Y todo lo que anhelamos para nuestros hijos.
Carla Sánchez
3 años agoQue hermoso escrito, me tocó el corazón porque realmente a así es el amor que sentimos por nuestros hijos, para siempre e incondicional!
Lía Rodriguez
3 años agoQue hermosas líneas, muy de acuerdo contigo el amor no mal cria, y si soy de las mamis que quieren estar siempre ir sientan necesidad de algo, temor, rabia, curiosidad.
@mamaversatil
3 años agoQue hermosos texto ? describe el sentimiento de todas nosotras, siempre allí dispuestas para ellos, nuestros tesoros ?
Stefany rolong
3 años agoQue bello este escrito me conmovió mi corazón, mi hijo está a pocos días de cumplir años y me doy cuenta que el amor de una madre es algo que no tiene igual se nos hincha el corazón ❤️
Carla Kratochvill
3 años agoHe llorado de lo identificada que me siento con estas palabras. Gracias por plasmar este sentimiento
Paula Zelaya
3 años agoEl amor de una mamá es lo más grande del universo.
Divino este post