¿Tu bebé está en la posición de nalgas en el momento en que estás a punto de dar a luz?
Cuando vamos a las citas con nuestro obstetra y/o matrona vamos con una ilusión tremenda por saber un poco más sobre nuestro bebé, como va su desarrollo, como va su crecimiento, y entre otras cosas la posición que va teniendo dentro de nuestro útero.
A medida que van avanzando las semanas de embarazo y nos acercamos a la fecha probable del parto, nos preocupamos por saber si el bebé está encajado, si su cabeza está apuntando hacia el canal del parto o si el bebé viene de nalgas (presentación podálica).
Mi bebé está de nalgas
Esta posición es normal que la tenga el bebé durante el segundo trimestre de embarazo (13 – 26 semanas), cuando son pequeños en comparación con el tamaño del útero y tienen gran cantidad de líquido amniótico para «nadar». Cambian muchísimas veces de posición y solo vemos una, la que tiene justo en el momento en el que se hace la ecografía.
Durante el tercer trimestre de embarazo, el bebé se va haciendo cada vez más grande y la cantidad de líquido amniótico disminuye. La forma del útero por lo general estimula al bebé a voltearse boca abajo para que la cabeza salga primero. La parte superior del útero (debajo de las costillas) es más ancha que la parte justo por encima de la pelvis, la parte inferior y las piernas del bebé son más grandes que su cabeza y por lo general, es más cómodo para él tenerlas en la parte superior. Aproximadamente a las 32 semanas de embarazo, el 75% de los bebés tienen ya la posición cefálica (de cabeza). Y alrededor de las 37 semanas de embarazo, sólo un 3-4% de los bebés no tienen la posición cefálica.
No es muy común que un bebé esté en posición transversal (atravesado en el útero) en las semanas 37 a 42, y con frecuencia hay factores que contribuyen a que esto se de, un exceso de líquido amniótico, fibromas que obstruyen la pelvis, o un útero muy relajado y grande pueden contribuir a ello.
La presentación de nalgas se puede dividir en tres grandes categorías:
- Flexiona las piernas de nalgas: El bebé ha cruzado sus piernas.
- Piernas extendida de nalgas: El bebé tiene sus piernas hacia el frente con los pies por las orejas.
- Podálica: El bebé tiene uno o ambos pies por debajo de su trasero «bailando en el cuello del útero».
Mi bebé viene de nalgas ¿Qué puedo hacer?
En la mayoría de los casos no hay ninguna razón particular por la que un bebé tenga presentación podálica a término, pero hay un par de casos que lo harían más probable. Por ejemplo, si el trabajo comienza antes de término o se produce la rotura de las membranas antes de término el bebé puede estar en esa posición. Otra razón puede ser el exceso de líquido alrededor del bebé, lo que podría deberse a la diabetes gestacional o a que el bebé tenga una obstrucción intestinal, o a que el bebé no traga debido a un problema de movimiento de los músculos.
Cuando faltan unas 4 a 6 semanas para la fecha del parto, el obstetra puede aconsejar a la embarazada practicar diariamente ejercicios sencillos que podrían ayudar en algunos casos a que el bebé se coloque correctamente:
- Tumbarse de espaldas o sobre un lado: En esta posición, si el feto dispone de suficiente líquido amniótico, tenderá a separarse de la pelvis y podrá moverse un poco, girándose y colocándose en la posición correcta. La futura mamá debe tumbarse de espaldas, procurando elevar la pelvis mediante el uso de almohadones. Si esta posición resulta incómoda, debido a la presión que ejerce el feto sobre los grandes vasos venosos del abdomen, también es posible tumbarse sobre un lado.
- Masajes en el vientre: Se pueden realizar masajes en el vientre, efectuando suaves movimientos circulares con las manos.
- Posición acurrucada: Cuando la embarazada note que el feto ha dado la vuelta, debe ponerse cada día en posición acurrucada durante diez o quince minutos. Esto ayudará al niño a permanecer en la posición correcta hasta el momento del parto.
El obstetra hará comprobará por medio de una ecografía y así confirmar el bebé viene de nalgas. Y planteará las diferentes opciones:
La versión cefálica externa
El médico puede intervenir para favorecer el cambio de posición y evitar, de este modo, un parto de nalgas o una posible cesárea. Esta práctica se conoce como una versión externa, y consiste en manipular al bebé desde el exterior para intentar ayudar a que se gire y se ponga de cabeza. Se trata de una maniobra que debe realizarse por personal entrenado y en un hospital, pero puede tener éxito en el 50% de los casos y evitar muchas cesáreas.
El parto de nalgas
El parto de nalgas representa un incremento de los riesgos de complicaciones durante el parto. Aunque en general se tiende a ofrecer cesárea de forma electiva, en casos seleccionados se considera aceptable intentar un partovaginal siempre que los progenitores así lo deseen. Ante esta posible situación, el médico comenta con los progenitores los riesgos y beneficios de un parto vaginal, y estos toman la decisión final.
Cesárea
La otra opción es ir directamente a una cesárea y ni siquiera intentar un parto vaginal de nalgas.
Cada caso es diferente y es importante que cada mujer valore las posibilidades que tiene en el momento del parto con su médico.

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