La paciencia es un valor que todo ser humano anhela poder tener y manejar en las diferentes circunstancias de su vida tanto de manera personal, como con la familia con los hijos, con la pareja y en el ambiente laboral.
Como seres humanos, cuando queremos emprender algo como aprender un oficio, tocar un instrumento o incursionar en algún deporte, debemos practicar y estudiar arduamente. Esto mismo pasa con la paciencia, para ser una persona paciente es necesario que ocurran situaciones, que aparezcan obstáculos y altibajos en el camino que nos permitirán ejercitarla.
La paciencia no es algo que llega por arte de magia.La paciencia es un valor humano que se describe como la capacidad que tiene una persona de atravesar o tolerar una determinada situación sin perder la calma o sin alterarse.
Una persona paciente sabe manejar circunstancias de su vida de manera tranquila y sin desesperación, tolera las situaciones con valor, no se queja de las situaciones y cuando debe esperar ante algo sabe hacerlo con tranquilidad.
En este sentido, Friedrich Von Schiller dice sobre la paciencia que solamente aquellos que tengan la paciencia de hacer a la perfección lo trivial, podrán adquirir el habito de ejecutar lo difícil con facilidad. Y en esta frase claramente este poeta y dramaturgo comienza a dar luz de cómo ser personas pacientes: Debemos comenzar con lo pequeño, lo que nos parece sencillo y luego ante lo difícil y lo que nos cuesta será mucho más fácil.
¿Por qué es importante ser una persona paciente?
Porque al hacerlo te sentirás con capacidad y encontrarás las herramientas necesarias para saber manejar las situaciones que se te presenten en la vida con calma y tranquilidad, esto te permitirá sentirte bien y te hará reconocer que tienes el control de tu vida y de tus emociones. Del mismo modo, te sentirás satisfecho por lo que logras con tu vida y por la forma inteligente en que has manejado las situaciones y no que ellas te manejan a ti.
Estrategias para fomentar la paciencia:
1. Aceptar las situaciones que se te presentan sin lamentarte por ellas: Cuando evitas quejarte por lo que te pasa eres capaz de abrir tu mente y ver oportunidades de aprendizaje en las situaciones que te ocurren, cada experiencia es un aprendizaje nuevo y si te abres a ellas podrás aprender cosas nueva en cada experiencia.
2. No evites las situaciones normales de la vida: Si evitas ir a un lugar donde sabes que hay una persona con la cual no sabes cómo ser paciente y manejarte con tranquilidad pero que es inminente que esa persona siempre estará ahí, entonces pierdes la oportunidad de conocer y saber como ir tratando a esta persona, dejando el foco solo en lo negativo y comenzando a ver lo positivo aferrándote a esto para trabajar tu paciencia.
3. Cree en ti: No te des por vencido, recuerda que la única manera de ser paciente es ejercitando este valor una y otra vez, debes creer y tener fe en que lo harás y no te rendirás ante las situaciones. Recuerda que lo importante no es las veces que te caigas y pierdas la paciencia, sino las veces en que te levantas y eres paciente.
4. Se creativo: Si te cuesta ser paciente ante un situación donde tengas que esperar y la espera misma te causa impaciencia, acompañate de un buen libro, del periódico, el móvil, incluso de un amigo, de tu hijo. Algún elemento que te permita estar distraído y a la vez poco a poco podrás ir manejando esa impaciencia hasta el punto de llegar a ser muy paciente.
5. Confía y decláralo: Con total seguridad y sin miedo a que lo pueda venir, declara en voz alta que a partir de ahora en tu vida seras una persona paciente. Si lo crees así sera. Lo importante para fomentar este valor en que confíes y creas en ti. Que te enfoques en todas las veces que eres paciente y no en las que no lo eres. ¡Ponlo en práctica!
¿Te consideras una persona paciente? ¿Cuáles herramientas utilizas para mantener la paciencia?

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