La primera semana de embarazo es la que se corresponde con la semana de la última menstruación. Es decir, las primeras semanas de gestación serían antes de la concepción. En el embarazo, se cuenta un total de 40 semanas de embarazo y se empieza a contar desde la fecha de la última regla.
Es muy difícil saber con exactitud el momento de la fecundación, por ello, se toma esta fecha como punto de referencia. En la primersa semana, tu cuerpo se está preparando para concebir, pero no sentirás ni tendrás ningún síntoma.
La mayoría de las mujeres no se da cuenta de que están embarazadas hasta apróximadamente 4 semanas después. Sin embargo, algunas pueden notar cambios inmediatos en su cuerpo. ¡Siendo mujeres somos tan diferentes!, y es que cada cuerpo es un mundo. Algunas se dan cuenta incluso mucho antes de que llegue la fecha de la próxima regla.
Fecundación

Después que el óvulo es fecundado, durante todo el primer día comienza a dividirse preparándose para todo el embarazo.
Al mismo tiempo que se va dividiendo, el óvulo va bajando por las trompas de Falopio hacia el útero.
Ese primer día, la célula termina divida en 2 y se forma el blastocito, el cual al cabo de 4 días, estará compuesto por más de 100 células.
El 5º día de la primera semana de embarazo, estas células comienzan a separarse entre células con aro exterior y células con aro interior.
Células con aro exterior: Se encargan de proteger al embrión.
Células con aro interior: Con éstas células, llamadas células madre, se formará el embrión.
El último día de esta semana, el ovulo llega al útero para permanecer allí durante el resto de semanas del embarazo.
¿Estás en la búsqueda de un bebé?
Te dejamos estos consejos para que los tengas en cuenta:
- Acude al ginecólogo – obstetra para que te haga pruebas y verifique que tu estado de salud es óptimo para que puedas tener un embarazo saludable.
- Es necesario que aportes ácido fólico a tu organismo, si estás en control con el ginecólogo – obstetra te lo recetará.
- Evita el alcohol y cualquier sustancia tóxica.
- Mantén una dieta equilibrada.
- Es importante el consumo de ácido fólico ya que ayuda a prevenir malformaciones del tubo neural, tales como la espina bífida. Entre los alimentos más ricos en ácido fólico podrás encontrar: verduras de color verde fuerte, tales como las espinacas, el brócoli, las acelgas, los espárragos verdes, la lechuga. También lo contienen los cítricos y las legumbres, especialmente la soja, también está presente en los cereales integrales y en la leche.
- No te estreses: El estrés puede reducir las posibilidades de concepción. Si estás planificando un embarazo es esencial que tomes tiempo para ti, que te permita reflexionar y estar relajada ya que esto te proporcionará bienestar y si te sientes bien, se incrementan las posibilidades de un embarazo exitoso.

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