Fertilidad consciente
La fertilidad consciente es un proceso personal en el que la mujer se conecta con su poder interior, sus posibilidades, y se integra registrando deseos, miedos y todos los aspectos corporales, mentales y espirituales que se ponen en juego al querer convertirse en mamá.
En general, en la sociedad actual, no nos cuestionamos cuando invertimos años de nuestras vidas para estudiar una profesión que ejerceremos por 30/35 años, más sin embargo, no queremos disponer de tiempo en prepararnos para gestar y acompañar a un ser que tendrá una expectativa de 90 o 100 años. Queremos que en 10 minutos nuestro “plan” de ser mamás se concrete y nos frustramos y buscamos soluciones “rápidas”.
Por el contrario, la fertilidad consciente busca traer luz a nuestros procesos internos e invertir nuestras energías en prepararnos para ser mamás y papás sea cual sea la forma que elijamos para ello (concepción natural, reproducción asistida, adopción y las múltiples formas de ma-paternar posibles).
La fertilidad consciente llegó a mi vida gracias a la imposibilidad de ser mamá aún utilizando tratamientos de reproducción asistida. Sentí que tenía que tomarme el proceso como un aprendizaje que me estaba demandando mi cuerpo y así fue como exploré en Argentina y en el mundo todo lo que estaba a la mano en relación con la fertilidad de forma fisiológica y respetuosa. Luego de varios meses de este camino que me transformó, me dio salud y autoconocimiento, llegó el deseado embarazo y así el llamado a compartir con el resto del mundo lo que había descubierto, y creé el proyecto Nidra Mater.
¿Qué aspectos de nuestra vida cotidiana debemos cuidar o modificar para lograr un embarazo?
Es difícil poder decirlo como una generalidad, porque depende de cada caso, cada cuerpo y cada situación en particular. Pero algunos aspectos en general que debemos revisar son:
- Nuestra alimentación: ¿Es fértil? ¿Incorporamos muchos químicos y alimentos industrializados?
- Nuestro ciclo: ¿Estamos conectados con nuestro cuerpo? Si solo nos concentramos en la ovulación y la menstruación en pos del embarazo perdemos la conexión con nuestro sagrado ciclo, su conexión con la naturaleza y se torna un factor de éxito o fracaso. Esto nos desconecta y puede producir alteraciones hormonales y por lo tanto del ciclo.
- El deseo de la maternidad: Revisar cómo y de qué surge, ¿hay mandatos que estamos siguiendo?
- El estilo de vida: El nivel de estrés que llevamos en nuestra vida puede estar activando mecanismos de anticoncepción natural. El cuerpo se protege para sobrevivir
- Conservar o aumentar espacios de placer. En general cuando la llegada de un hijo se demora más de lo deseado nos abocamos a la búsqueda como un “trabajo”, nos obsesionamos con el día de ovulación y las relaciones sexuales con el fin de embarazarnos. Esto aumenta el estrés, disminuye el placer y por lo tanto atenta contra nuestra fertilidad
¿Cuáles alimentos son los «aliados» de la fertilidad y cuáles los «enemigos» y por qué?
Es una pregunta que habría que responder analizando a cada persona en particular y su forma de vida pero en general podemos mencionar que la recomendación general es consumir los alimentos como los trae la naturaleza esto es: los de la estación, sin agregados químicos ni procesos industriales y evitar justamente los alimentos con alto contenido de agroquímicos y procesos de transformación.
Por otro lado existen lo que se llama alimentos estrella de la fertilidad:
- Frutos oleaginosos como colación y semillas agregadas a las comidas (en lo posible activadas con agua)
- Frutas y verduras de color Anaranjado/Amarillo son antioxidantes y nos aporta Betacaroteno
- Comer verduras amargas y coles (5 porciones x semana) Favorecen la depuración del hígado. El hígado es un gran órgano para la fertilidad porque, primero depura todo lo que comemos y respiramos. Luego tiene que drenar el colesterol y la grasa animal. El tercer nivel de funciones del hígado es el reciclaje hormonal, pero claro esto lo puede hacer cuando le queda tiempo libre entonces dada la vida moderna, tenemos que ayudarlo a que pueda llegar a este nivel. Ejemplos de estos alimentos son la rúcula, achicoria, brócoli, cebolla, puerro, alcaucil.
- Comer frutas y verduras color rojizo-azulado: como remolachas, arándanos, uvas, moras o rabanitos: fortalecen los vasos sanguíneos, entonces fortalecen el endometrio y mejora la calidad del implante del embrión en el mismo. Se recomiendo consumir 2 a 3 porciones por semana.
- Sugerimos consumir harinas y azúcares integrales en lugar de refinadas, por lo expuesto anteriormente. Hoy en día hay muchas cosas ricas para hacer o comprar. Alimentos excelentes que aportan muchos nutrientes son la avena, la quínoa y el reemplazo por las harinas integrales. Además mejoran el funcionamiento hormonal. Los desarreglos hormonales y las harinas refinadas no aportan nutrientes a nuestro cuerpo hacen que se nos acumule grasa en el abdomen, esta es una buena forma de medirlo mirándonos al espejo. Sé que es más sencillo comprar galletitas, pero si ponemos un poco de voluntad, hoy en día hay muchos alimentos ricos y al alcance de nuestras manos para reemplazarlas: ej. Barras de cereal (naturales), galletitas integrales, mix de frutos secos, etc.
Alimentos que se recomienda evitar:
- Edulcorantes: elegí endulzar con azúcar mascabo o integral de caña, o miel
- Todos los alimentos químicos: latas, envasados, procesados.
- Grasas hidrogenadas, es preferible consumir manteca a margarina, por ejemplo
- Lacteos
- Bebidas cola y café
¿Cómo podemos abordar la búsqueda de un embarazo desde un lugar emocional?
Las emociones siempre están presentes, ni que hablar en un proceso de búsqueda de la mapaternidad! Nos ponemos sensibles, recordamos nuestra historia, nos enojamos cuando no llega, nos enojamos con nuestro cuerpo cuando tenemos dificultades, con nuestra pareja, con nuestros ancestros, con la vida. Este es un ejemplo de emociones presentes en el proceso. Abordarlas para que contribuyan a la concepción significa reconocerlas, aceptarlas e integrarlas como parte del proceso. Luego trabajar sobre algunos preconceptos y con la conexión con la potencialidad interna para trasmutar las mismas en aquellas que nos hacen bien y nos conectan con la fertilidad.
Sabemos que necesitamos oxitocina para embarazarnos, la hormona de la felicidad, además de las conocidas hormonas femeninas y masculinas (estrógenos, progesterona, testosterona, etc) estas van de la mano con el amor, la calma, y la felicidad. Por el contrario el miedo, ansiedad, angustia, enojo, están asociadas con hormonas del estrés que ponen al cuerpo en alerta y no van a favorecer un embarazo: cortisol, adrenalina y noradrenalina. ¡Las hormonas son emociones!

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