Te hablo a ti, mujer…. a ti, mamá que tienes 1 hijo, seguramente 2, 3 o tal vez más.
Querida Mamá, simplifica
Estamos en esta etapa de la vida en la que debemos de lidiar con estar exhaustas todo el tiempo, tanto física, como mental y emocionalmente. En esta etapa de ser mamá, lidiamos con los primeros dientes, con infecciones de oídos, con virus estomacales.
Somos malabaristas con horarios de siesta y horarios de comida y horarios de ballet y fútbol. Tenemos millones de pelotas y legos regados por casa y probablemente sientes que no puedes más.
En esta etapa de la vida lidiamos con la CULPABILIDAD.
Te sientes culpable de trabajar y no tener tiempo suficiente con tus hijos, o culpable de quedarte con tus hijos y no trabajar y no contribuir económicamente en la casa.
Culpable de ser muy estricta, o de ser un barco a la deriva.
Culpable de que tu casa esté limpia pero no tuviste tiempo para jugar con tus hijos o de que los disfrutaste todo el día y tienes la casa sin recoger.
Culpable de prestarle atención a todos tus hijos pero no de forma individual.
Culpable de prestar más atención a unos más que a otros.
CULPABILIDAD, en fin.
En esta etapa de la vida hay que tomar miles de decisiones. Algunas inclusive que te cambian la vida, otras que no tanto. Ni una con una respuesta clara. ¿Vacunaré a mis hijos? ¿Será que mejor no los vacuno? ¿Los mando a este cole o a este otro? ¿Necesitan tutor? ¿Seguiré con la lactancia? ¿Clases de natación? ¿Gastaré más y compraré todo orgánico? ¿Obligo a mis hijos a saludar y dar besos aunque no quieran? ¿Los obligo a disculparse aunque la disculpa no sea sincera?…
No sabes la respuesta concreta de NADA, pero tienes presión constante de definir y decidir TODO.
Esta etapa de la vida en la que tienes que poner esfuerzo y trabajo y la energía para que tu propio matrimonio esté sano. Y eso es bueno, pero también es difícil.
En este punto tú o alguien que conoces ha tenido problemas de infertilidad. Abortos. Algunos pérdidas de hijos.
En esta etapa perdemos abuelos y padres. Es una etapa en la que compras casa, vendes casa, construyes o alquilas casa o te mudas. Y lo vuelves a hacer después de unos años.
Es una etapa en la que las hormonas están locas. Has estado embarazada, de posparto o lactando en los últimos años. Es una etapa en la que no sabes quien eres. ¿Será que solo soy una mamá? Hay algo mas dentro de mí que no sea una mamá? ¿Será que pude haber hecho algo mejor o más glamoroso con mi vida? ¿Me veo como una mamá ahora?… Seguro que sí.
Es una etapa en la que vivimos en búsqueda del balance, pero nunca lo encontramos.
Es una etapa en la que lidiamos con más de lo que podemos. CONSTANTEMENTE hay miles de preguntas, tus hijos nunca terminan de preguntar, alguien quiere que lo cargues o que lo abraces. Todo el tiempo hay alguien llamando tu atención.
Siempre tienes más cosas pendientes de las que puedes hacer. Hay demasiado. Nunca acaba.
Realmente siempre hay alguna cosa en tu mente. ¿Será que mis hijos tienen muchos juguetes? ¿Será que tienen muchas actividades? Todo el tiempo estás pensando en cosas (hasta piensas cómo hacer para no estar tan complicada, y no estar pensando tanto en todo)
Es difícil.
¿Qué necesitas hacer? Necesitas pedir AYUDA. Necesitas ACEPTAR ser AYUDADA. Necesitas acostar a tus hijos temprano. Sentarte un rato con una copa de vino con tu marido, conversar, y reírte.
Necesitas AMIGAS. Necesitas a tu MAMÁ. NECESITAS mujeres como tú que han pasado por lo que pasas. Que te digan que NO LO ESTÁS HACIENDO TAN MAL COMO CREES.
Necesitas no sentirte mal por usar el tiempo de siesta de tus hijos para hacer LO QUE TE DE LA GANA. Necesitas bajar tus expectativas…. Después, probablemente bajarlas un poco mas.
Querida mamá, simplifica. Necesitas simplificar. Simplificar cada parte de tu vida, lo más que puedas simplificar. Necesitas aprender a decir que «NO».
Necesitas estar bien dejando a tus hijos con alguien y poderte ir a algún lugar. ¡Al que sea!. Necesitas hacer algo que te guste todos los días aunque sea por 15 minutos. Necesitas estar contigo misma. Necesitas un café que disfrutes, una copa de vino, un largo baño (aunque sea de 10 minutos) pero que lo disfrutes.
Finalmente, y probablemente lo más importante de todo, tienes que acordarte de que esta etapa es bella igual y te deja aprendizajes y momentos significativos.
Es la etapa en la que cada persona mayor que te dice «lo vas a extrañar» y además sabes que tienen razón.
Esta es la etapa en la que tus hijos te van a querer más que NUNCA del resto de tu vida.
Es la etapa en la que caben perfectamente arriba de tus piernas para que los abraces… Y además QUIEREN que los abraces.
Es la etapa en la que los problemas solo son infecciones de oído y virus del estómago, todavía no tienes que lidiar con corazones rotos, bullying o adicciones.
Es la etapa en la que aprendes a querer a tu esposo de una manera diferente… más difícil… mejor.
Es la etapa en la que aprenden juntos, a estirar, ser menos egoístas y verdaderamente ser UN matrimonio.
Es la etapa en la que ves Navidad, Halloween, Pascua y Reyes desde los ojos de tus hijos ¡y es mucho más divertido y mágico que verlo sólo con tus ojos!
Es la etapa en la que ves a tus papás ser abuelos, y ver lo buenos abuelos que son.
Es la etapa que está llena de excursiones, fiestas infantiles, disfraces, clases de natación, baños de burbujas, el ratoncito Pérez, los primeros pasos, las primeras veces.
Y todo eso es muy divertido.
Es la etapa en la que estás lo suficientemente joven para que te puedas divertir y lo suficientemente grande para haber adquirido algo de sabiduría.
Es una etapa MARAVILLOSA. Debemos disfrutarla, si. Pero ¡qué difícil es!
Querida Mamá, simplifica

1 COMMENT
Luz Black
2 años agoMe encantó este artículo ?