Nadie me dijo que te podía querer tanto…
Que el amor que sentiría por ti sería incondicional
Que el dolor del parto se haría pequeño al ver tu carita
Que dormiría menos, pero que sonreiría más
Que no importa cuánto crezcas, para mi siempre serás mi pequeño.
Nadie me dijo que bastaría un grito tuyo para dejarlo todo y salir corriendo a tu lado. Y que podrás contar conmigo el resto de mi vida.
Que la sonrisa de tus labios apaga cualquier tristeza. Y que el brillo de tus ojos pondría color a cualquier día gris.
Nadie me cóntó que con tu llegada…
Crecería mi amor a la vez que muchos de mis miedos, y que como por arte de magia, cuando te tuve en mis brazos por primera vez… el mundo se paralizó.
Sentí el pulso acelerado como nunca antes lo había sentido.
Y entonces comprendí, que tu corazón había empezado a marcar mi ritmo

Leave a Comment